El proyecto Event Horizon Telescope presentó una nueva imagen del Sagitario A*, el agujero negro que habita en el centro de la galaxia, una imagen que vemos hoy, pero es su aspecto de hace 27 mil años.
Científicos que trabajan en el proyecto Event Horizon Telescope (EHT) obtuvieron una nueva imagen de Sagitario A* (Sgr A*), el agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea. La foto es la segunda que se consigue del fenómeno astronómico más cercano a la Tierra y la tercera de un objeto de la misma naturaleza, utilizando la técnica de la interferometría de muy larga base.
La foto del agujero negro supermasivo de la Vía Láctea muestra una nueva perspectiva científica: la de la polarización de la luz alrededor de la estructura debido a sus potentes campos magnéticos. Dicho flujo magnético gira en espiral a partir del borde de la singularidad gravitacional, tal como representan las líneas delgadas que aparecen en la imagen proporcionada por el EHT.
«Lo que estamos viendo ahora es que hay campos magnéticos fuertes, retorcidos y organizados cerca del agujero negro en el centro de la Vía Láctea. Además de que Sgr A* tiene una estructura de polarización sorprendentemente similar a la observada en el agujero negro M87*, mucho más grande y poderoso. Hemos aprendido que los campos magnéticos fuertes y ordenados son fundamentales para la forma en que los agujeros negros interactúan con el gas y la materia que los rodea», explicó la doctora en astrofísica Sara Issaoun, codirectora del proyecto.
La polarización de la luz que emana del gas caliente en el perímetro de la singularidad ayudará a los científicos a conocer la estructura y fuerza de los campos magnéticos que se enredan en el flujo que lo alimenta. Para crear el mapa de polarización más exacto del agujero de la Vía Láctea fueron necesarios cientos de miles de imágenes posibles a través de simulaciones por supercomputadoras, que luego fueron promediadas en un solo resultado visual.
¿Por qué es tan complicado fotografiar el agujero negro de la Vía Láctea?
Hasta ahora no hay forma de ver directamente un agujero negro porque todo rastro de luz que atraviese su horizonte de eventos queda atrapado. Por fortuna, hay otras maneras indirectas de observarlos. Se puede, por ejemplo, analizar la radiación de rayos X o las ondas de radio que emiten la estructuras que orbitan a su alrededor.
Las escasas imágenes de las singularidades gravitacionales de las que se disponen no son fotografías. Las cámaras o telescopios no capturan la luz de un agujero negro tal como los seres humanos conciben. El gran logro del equipo detrás del Event Horizon Telescope fue tomar la información de una red de radiotelescopios en todo el mundo y traducirla a información visual para representar visualmente la estructura de un objeto invisible.